La sensación de estar abrazados por el mar y por las montañas, el aire que se respira romántico y apacible…cualquier excusa es buena para disfrutar del exterior de casa, ya sea en un porche o en una terraza, donde encontrar la paz que nos ofrece este entorno… Este medio día de primavera ¡Vamos a preparar la mesa para unos comensales! Contamos con una temperatura muy agradable y no nos falta detalle para que nuestros invitados queden encantados.
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Para la decoración de la mesa hemos elegido un mantel de lino blanco, que siempre es una apuesta segura. Utilizamos copas antiguas y una vajilla de porcelana con los bordes dorados haciendo juego con la cubertería. A la hora de poner una mesa, no sólo hay que tener en cuenta la comida, si no también su presentación, el entorno, etc. Las ánforas a modo de souvenir a la izquierda del plato, y la ramita de coral y la flor azul natural, le dan el toque de distinción.
Y empezamos a decorar con ánforas de los distintos acabados con los que contamos: ánforas volcánicas, refractarias, antiguas, y ánforas marinas. A lo largo del texto, conforme vayan apareciendo, os explicamos en qué consiste cada acabado.
Las ánforas con vida marina están hechas a mano y sometidas a un proceso de envejecimiento acelerado bajo el mar durante un periodo de tiempo de 3 a 5 años. Este procedimiento es totalmente natural y sostenible.
Las ánforas antiguas son reproducciones de la tipología del Mediterráneo. Se realizan a mano por maestros alfareros siguiendo técnicas milenarias de antiguas civilizaciones. Estas piezas se someten a un proceso de electrólisis con ácidos, sales y corriente continua, con el fin de deteriorar el barro para que se haga más poroso.
Las ánforas de barro refractario están hechas de un barro muy resistente a altas temperaturas que simula las piezas de antaño hechas en hornos de leña. Su aspecto es muy arqueológico, ya que su pátina exterior es más vasta e irregular, y tiene tonalidades muy versátiles.
Las ánforas volcánicas son de un color oscuro, como la tierra volcánica, con tonalidades rosáceas que simulan la lava incandescente, pudiendo apreciarse el efecto de grietas en el barro. Este color de tierra es muy propio de las zonas volcánicas del levante peninsular y de la isla de Lanzarote, zonas de emisiones violentas de magma a la superficie terrestre.
A la vista está que el surtido combina a la perfección con cualquier decoración.
En la Finca Maltés han decidido poner unos regalitos de bienvenida a los clientes por haberlos elegido para pasar sus vacaciones…Se trata de la nueva gama “mini” de ánforas de barro refractario, muy asequibles e ideales para eventos. Podemos observarlas a la izquierda de cada plato.
Todas estas ánforas refractarias, están en tamaño pequeño y solemos utilizarlas en decoraciones de este tipo, cuando además de decorar queremos ofrecer un souvenir a los clientes como recuerdo de su estancia en el evento, pero aparte de las pequeñas, las tenemos en otros dos tamaños: más medianitas y más grandecitas.
Esta ánfora pequeña que vemos en la esquina superior izquierda, es el Ánfora “Cartago” en barro refractario modelo 101-P, que parece muy antigua porque es de un barro más rústico y muy resistente.
Además esta gama es muy asequible y como todas nuestras piezas, tienen una presentación exquisita, acompañadas de una plaquita de acero inoxidable colgando del asa que acredita su origen, y un pergamino que certifica que son reproducciones realizadas en los fondos marinos de Ánforas de Mar. Además, se puede solicitar la personalización de la plaquita a petición del cliente, customizándola con el logo de la empresa, el evento o la celebración que tenga lugar, fechas, mensaje, etc., por detrás de la placa de acero inoxidable.
En la esquina superior derecha, su compañera, otro modelo igual pero en tonos más claritos. No olvidemos que estas piezas están hechas a mano, por lo tanto nunca serán iguales unas de otras. La pátina, aunque conforma las mismas tonalidades, también puede ser diferente, pues aquí sin ir más lejos podemos observar que las anteriores tienen tonalidades distintas entre sí, unas son más claritas, otras más oscuras, etc., siendo todas de la misma gama de refractarias.
En cuanto al packaging de las ánforas, éstas se presentan dentro de un saquito de tela arpillera con hilo de cuerda bramante, y éste va dentro de una caja que simula un cofre antiguo.
En la esquina inferior izquierda de la primera foto de la mesa, podemos apreciar otro modelo, el Ánfora “Griega” 103-P en barro refractario. Sus asas son distintas, son las típicas de las vasijas y ánforas griegas.
Por último, en la esquina inferior derecha de la foto podemos ver la Ánfora “Bética” en Barro Refractario modelo 102-P, tumbada sobre la mesa a su amor. Este tipo de barro se utiliza para elaborar todo tipo de materiales refractarios donde se trabajaba con altas temperaturas, como ladrillos, chimeneas u hornos antiguos. A pesar de que aquí no estén expuestos, si se desea, todas se pueden personalizar en la web con distintos soportes diseñados especialmente para cada uno de los modelos de ánforas de barro refractario.
En cuanto a las ánforas con vida marina, podemos observar por si se alarga la comida que tenemos dos ánforas preparadas como veladores en el centro de la mesa. La más alargada es la modelo 31 “Candelero”, y la más gordita la modelo 35 Ágora, ideales para presidir la mesa mientras contamos historias bonitas, anécdotas, y todo lo que tenga cabida en una velada inolvidable.
Ninguna de estas dos piezas necesita soporte, pues llevan una base con la que se mantienen sobre cualquier superficie. Estos modelos son ideales porque tienen estabilidad y las puedes poner en una mesita, en una estantería, etc.
El modelo “Candelero” ahora visto más de cerca, es de un barro arenoso propio del desierto porque está fabricado en África. Un velador de este tipo lo llevaban para alumbrarse dentro de compartimentos cerrados de los barcos como comedores o en los los habitáculos de los barcos, donde durante las horas de descanso, el velador pasaba de marinero a marinero, y tenían que esperar su turno para buscar su ropa, zapatos u otras necesidades…No tiene desperdicio dejar volar tu imaginación y que te transporte a esa época por un instante, “allende los mares” (más allá del mar).¿Os imagináis que un candelero como este que usamos hoy día para nuestras decoraciones, en su época era la única forma de dar luz a las estancias? ¡Toda una odisea!
El ánfora más gordita que también actúa como velador es la modelo 35 “Ágora”, otra buena elección para una hermosa velada primaveral nocturna. Aunque a mí me encantan las dos piezas juntas. Me parece de lo más original.
Decoran la mesa sobre una tabla de madera, el ánfora modelo 35 Volcánica como aceitera, la ollita de galeón de barro refractario “mini”, con plantas silvestres y una miniatura refractaria a modo de salero. Es una combinación rústica y agreste ideal para decorar.
Aquí podemos ver más de cerca el ánfora volcánica MD35. Otro modelo que cabe incluir en la gama de ánforas volcánicas es la modelo 35 Ágora. Estas piezas volcánicas que también son muy asequibles a la vez que decorativas, suelen elegirse como regalo para celebraciones familiares, tales como bodas, bautizos, cumpleaños, aniversario, etc. o eventos empresariales como congresos, regalos, organismos de organismos públicos como ayuntamientos, eventos de medicina, farmacia, dermatología,etc.
El ánfora miniatura a modo de salero, cuencos o vasos por ejemplo para la miel. Imaginemos esta pieza como un elemento en la vida cotidiana de las aldeas antiguas. Pequeños recipientes para el hogar. El material más asequible y por tanto, al que todo el mundo podía acceder, era el barro. Los aldeanos fabricaban su propia vajilla, ollas, cuencos y botijos a modo de vasos para beber los líquidos. Luego los cocían en sus hornos de leña para el almacenamiento de sus alimentos perecederos o comidas, carnes, pescados en salazón o en aceite, etc. A día de hoy, las ánforas y las tinajas se han reinventado convirtiéndose en parte de la decoración de numerosos espacios, tanto al aire libre como en decoración de interiores.
La que está delante es la modelo 37 volcánica y la de detrás es la modelo 32, también Bética. Estas ánforas son típicas de la Andalucía-Romana.
Aquí tenemos la modelo 32 volcánica, más gordita y chata. Las volcánicas modelo 32 y Ollita de Galeón se integran totalmente con el entorno, porque imitan a las rocas que se formaron por el enfriamiento de lava en la superficie terrestre.
Y aquí tenemos la Ollita de Galeón volcánica pequeña, pues hay dos tamaños, uno un poco más pequeño y otro bastante más grande. Aquí podemos observar la Ollita de Galeón volcánica con más detalle. Antaño fue un cuenco en el que verter cualquier tipo de líquidos, miel, cereales, frutos secos, etc. Casi todas las vasijas, jarras, y demás platos o vasos eran multiusos y cada aldea tenía su propio horno y su propio estilo, había gran variedad, porque también en esa época a los artesanos les gustaba crear sus propios diseños para diferenciarse de los otros.
En esta foto se puede apreciar la combinación de 3 piezas con 3 acabados diferentes. Las posibilidades son infinitas y todas ellas son un acierto. Tras haber probado varias decoraciones, una con la ollita de galeón refractaria mini y otra con la ollita volcánica pequeña, pasamos a las ánforas con vida marina. Comenzamos con la ollita de Galeón con vida marina, pues anteriormente probamos la de refractario mini y la ollita volcánica pequeña.
La ollita de Galeón cultivada bajo el mar es muy fácil de identificar pues tiene una fosilización calcárea de vida marina en su superficie decorada por el mar, que no tienen las ollitas de barro refractario o volcánicas. Estas piezas son totalmente respetuosas con el medio ambiente y sostenibles, pues esta empresa surgió de la idea de reciclar la materia orgánica que estaba circulando continuamente dentro del sistema de refrigeración de una central térmica.
A la izquierda podemos ver otra opción para un souvenir ya más especial, es una ánfora modelo 37 “Jordana” con su presentación: un saquito de Ánforas de Mar confeccionado en tela arpillera y la plaquita grabada en rayo láser asida a su asa, donde podemos ver el origen de la pieza, dónde se encontró, qué transportaba, etc.,y su pergamino. Este es un regalo un poco más “VIP” para compromisos importantes. La decoración de cortijos antiguos siempre debería de estar acompañada de un toque de antaño o de elementos artesanales, esto será siempre una buena idea. Este ánfora “Jordana” que es una reproducción de las piezas que se exhiben hoy día en los museos de todo el mundo y que está hecha a mano por nuestros maestros artesanos. Es el regalo ideal en este paraje natural que comprende tanto el campo y la naturaleza, como la cercanía del mar.
Otra de las ánforas que encontramos sobre la mesa, es la jarra de Galeón, reproducción de una pieza de artesanía que formaba parte de los enseres en muchos hogares mediterráneos desde los tiempos del Imperio Romano.
El ánfora modelo 17 “Santorini” cultivada bajo el mar, como su nombre indica es una reproducción griega, como se puede apreciar en el asa de la pieza. Hacía sus veces de botijo para mantener el agua fresca.
El Ánfora modelo “Galia” es una réplica del tipo Gauloise que se fabricó entre los siglos I y III d. C. Tiene su origen en la Galia Narbonense, esencialmente en el valle del bajo Ródano (margen derecha), donde cinco talleres especializados usaban una tela de arcilla arenosa específica para hacer estas ánforas. La distribución era regional en la Galia Narbonense, especialmente en el Valle del Ródano, principal zona de producción. También se han encontrado algunos restos, pero en poca cantidad, a lo largo del Rhin, en Gran Bretaña y en Italia. Su uso más probable era contener vino pues hasta la fecha no se han encontrado restos con *tituli picti (sello) que indique sus usos. La capacidad podía variar, con un promedio entre 27 y 31 litros. El mínimo era de 24 litros y el máximo de 37.*
”El títuli picti” era como un epígrafe de carácter comercial (especificando por ejemplo origen, destinatario, contenido, etc.).Se llevaba a cabo con una especia de tampón que tenía cada fabricante con el que se firmaba las ánforas antes de secar en los hornos las piezas se presionando con una estampa sobre la arcilla.
La modelo 15 “Marmita” es una réplica de las marmitas de barro que se podían utilizar para preparar comidas y otros usos, a lo largo de todo el Mediterráneo y también en los propios barcos que transportaban las ánforas. Queda espectacular por ejemplo dentro de la chimenea en verano, simulando el caldero típico para ello.
En este tipo de espacios, los tonos claros y neutros, como los de la madera o la piedra son una base excelente, consiguiendo transmitir esa sensación de calma y tranquilidad típica de los espacios rurales, siguiendo la estética de los colores de la naturaleza gracias a los tonos verdes, azules, o amarillos de las flores y plantas con las que contamos para esta decoración, aportadas por la empresa “Gracia y La Penca”, que no pueden tener más estilo y que pueden apreciarse en las siguientes fotos. Mientras confeccionamos la mesa, probamos también con los tres modelos de ánforas volcánicas.
Mirad qué poco lugar ocupa el centro de mesa que hemos preparado con la “Ollita de Galeón grande”, para esta mesa de terraza con flores secas silvestres de la floristeria “Gracia y la Penca”, y cómo las flores mejoran la estética de esta combinación. Tenemos dos tamaños: pequeña y grande, siempre dentro de la gama de las pequeñas. Esta es la más pequeña de las dos.
En la siguiente foto tenemos el modelo más grande de las ollitas de Galeón pequeñas con vida marina. Os dejamos estas ideas para que sorprendáis a vuestros invitados y/o comensales con este ramo de colores silvestres en consonancia con el ambiente de este cortijo, situado entre verdes palmeras, confortables sillas de bambú, etc.
¡Escríbenos!
Las ánforas volcánicas son de un color oscuro, como la tierra volcánica, con tonalidades rosáceas que simulan la lava incandescente, por donde vemos el efecto de grietas en el barro. Este color de tierra es muy propio de las zonas volcánicas del levante peninsular y de la isla de Lanzarote, zonas de emisiones violentas de magma a la superficie terrestre.
Las ánforas de barro refractario están hechas de un barro muy resistente a altas temperaturas que simula las piezas de antaño hechas en hornos de leña. Su aspecto es muy arqueológico, ya que su pátina exterior es más vasta e irregular, y tiene tonalidades muy versátiles.
Nuestras reproducciones están realizadas en mármol reconstituido, con un 80 % de mármol en su composición obtenido de Macael seleccionado por su pureza de blanco.
La formulación empleada, además de aportar un aspecto marmóreo real, dota a nuestras reproducciones de una excelente resistencia mecánica y estabilidad ante los agentes atmosféricos atmosféricos como el agua, cambios de temperatura, hielo, y radiación ultravioleta, lo que permite que además de su utilización en interiores sean muy adecuadas para decoración de exteriores.
El acabado de las piezas se hace de forma ordinaria en mármol más o menos envejecido, pudiendo ir desde el blanco puro a acabados con aspecto arqueológico. De forma estándar las piezas se acaban con un aspecto ligeramente envejecido, pero el cliente puede determinar en su encargo el grado de envejecimiento que prefiera. Para esto se utilizan pátinas a base de óxidos estabilizados e inalterables en el tiempo. También estarían disponibles otros acabados como terracota, piedra arenisca o caliza o acabados en color definidos por el cliente.
En este caso, tras darle el acabado arqueológico, se han sometido a nuestro proceso de envejecimiento acelerado bajo el mar y han resurgido de las aguas con tal aspecto que parezca que hubieran viajado en el tiempo durante siglos.
Nuestras reproducciones están realizadas en mármol reconstituido, con un 80 % de mármol en su composición obtenido de Macael seleccionado por su pureza de blanco.
La formulación empleada, además de aportar un aspecto marmóreo real, dota a nuestras reproducciones de una excelente resistencia mecánica y estabilidad ante los agentes atmosféricos atmosféricos como el agua, cambios de temperatura, hielo, y radiación ultravioleta, lo que permite que además de su utilización en interiores sean muy adecuadas para decoración de exteriores.
El acabado de las piezas se hace de forma ordinaria en mármol más o menos envejecido, pudiendo ir desde el blanco puro a acabados con aspecto arqueológico. De forma estándar las piezas se acaban con un aspecto ligeramente envejecido, pero el cliente puede determinar en su encargo el grado de envejecimiento que prefiera. Para esto se utilizan pátinas a base de óxidos estabilizados e inalterables en el tiempo. También estarían disponibles otros acabados como terracota, piedra arenisca o caliza o acabados en color definidos por el cliente.
La técnica de vaciado utilizada por nuestra empresa ha sido desarrollada y perfeccionada durante años, lo que la convierte en exclusiva, permitiendo el vaciado de grandes piezas a un coste razonable, pues reduce muy significativamente el tiempo y el trabajo requerido para obtener reproducciones de altísima calidad de piezas de tamaño considerable.
El proceso es, como en todas las reproducciones por vaciado, obtener mediante moldes las partes más grandes posibles. A veces es posible obtener la escultura completa, pero lo normal es que la complejidad de la pieza debido a la postura de las extremidades, ropajes, etc., no permita esto y haya que hacerlo por piezas más pequeñas que luego hay que unir sin modificar la escultura en su conjunto y sin que se aprecien las uniones.
Los moldes, obtenidos de piezas perfectamente acabadas, se realizan íntegramente en nuestros talleres utilizando materiales de la más alta calidad y técnicas muy depuradas, permitiendo la obtención de reproducciones idénticas incluso en los mínimos detalles.
Gran parte de nuestra colección de escultura proviene de los fondos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que desde el siglo XVIII, comenzó a reunir una colección de reproducciones de las obras más apreciadas de la antigüedad.
Muchas de estas piezas provienen del Vaticano, del Museo Capitolino, de los palacios de los Ludovisi y los Borghese, así como de obras adquiridas por Felipe V a Cristina de Suecia y al marqués del Carpio. Un gran número de ellas provienen de la donación del rey Carlos III a la Academia procedentes de Pompeya y Herculano. También el pintor Anton Raphael Mengs dona una importante colección de piezas que reprodujo en Roma a lo largo de muchos años.
Además de las piezas obtenidas a través de la Academia de Bellas Artes, en nuestra colección hay un gran número procedentes de la adquisición de reproducciones en diferentes museos del mundo y de originales pertenecientes a colecciones privadas.
En todos los casos nuestras piezas son reproducciones fieles de estos originales seleccionados por su singularidad singularidad y belleza.
Son reproducciones de ánforas antiguas de la tipología del Mediterráneo. Se realizan a mano por maestros alfareros, siguiendo técnicas milenarias de las antiguas civilizaciones. Estas piezas se someten a un proceso de electrólisis con ácidos, sales y corriente continua, con el fin de deteriorar el barro para que se haga más poroso. Las hay en color marrón y en color negro, como se muestra en las imágenes respectivamente.
Las ánforas con vida marina están hechas a mano y sometidas a un proceso de envejecimiento acelerado bajo el mar durante un periodo de tiempo de 3-5 años.
Este procedimiento es totalmente natural, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, ya que se trata de un recurso regenerador de zooplancton.
Aprovechamos el rechazo de vida marina que recircula dentro del sistema de refrigeración de una central térmica, y la conducimos a través de tuberías submarinas hasta nuestros viveros, donde yacen las ánforas bajo el mar, acelerando el proceso de envejecimiento de estas piezas que quedan dotadas de toda la belleza de la flora y fauna: la pátina del mar.
En la página del producto deseado, tras pinchar en la pestaña naranja “Añadir al Carrito”, abajo del todo, te aparecerá en letras mayúsculas: “TOTAL DEL CARRITO” y debajo “Envío”. Ahí podrás ver las distintas agencias de transporte que pueden enviarte el producto (Correos, Correos Express, Zeleris, etc.), el tiempo que tardan y los precios de cada una. Puedes elegir la que más te convenga. Si por cualquier motivo no está satisfecho con su pedido, dependiendo de la distancia en km (dentro de la Península, Islas, dentro de Europa u otros países), dispone de un plazo entre 2 a 7 días hábiles a contar desde la fecha de recepción para devolverlo, si es que el producto no se corresponde al pedido realizado por Vd.
La calidad de los productos que ofrecemos radica en que nuestras piezas están hechas a mano por maestros artesanos, es decir, no están hechas en moldes, por lo que las dimensiones de las piezas serán muy aproximadas a las estándar, pero no serán exactas, pudiendo variar algunos centímetros.
Todas nuestras piezas tienen una presentación exquisita, acompañadas de una plaquita de acero inoxidable colgando del asa que acredita su origen, dónde se encontró, qué transportaba y a qué civilización pertenece; además de un pergamino que certifica que son reproducciones de ánforas antiguas. En pedidos de varias piezas, se puede solicitar información sobre la personalización de la parte trasera de la plaquita, customizándola con el logo de la empresa, el evento o la celebración que tenga lugar, fechas, mensaje, etc.
En cuanto al packaging de las ánforas, éstas se presentan dentro de un saquito de tela arpillera con hilo de cuerda bramante, y éste dentro de una caja que simula un cofre antiguo.
Nuestras piezas son reproducciones de ánforas antiguas del Mediterráneo hechas a mano por maestros artesanos y sometidas a un proceso de envejecimiento acelerado bajo el mar totalmente natural, ya que las auténticas no se pueden comercializar al estar prohibida su venta.
Se cultivan durante un periodo de 3-5 años para que la vida marina sobrante del proceso de refrigeración de una central anide sobre ellas fosilizándose y aportándoles la belleza de la pátina del mar.
Cada pieza es única e inigualable y lleva un pergamino en el que certificamos que se ha elaborado en los fondos marinos junto al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar mediante un proceso natural y que su aspecto final dependerá de las condiciones marinas. Así, el envejecimiento del producto que le servimos no será exactamente igual a la imagen que se muestra en nuestro catálogo, pero sí muy parecido, debido a que son la flora y fauna marinas las que se encargan de su decoración y aspecto final. Además, al estar hechas a mano las dimensiones de las piezas serán muy aproximadas a las estándar, pero no serán exactas, pudiendo variar algunos centímetros.