Nueva línea de relicarios y ánforas funerarias cultivadas bajo el mar (Edición Limitada 2015-2020)
En algunos hogares todavía podemos observar las fotografías de antepasados decorando, con un bonito marco, en un lugar relevante de la casa, haciendo con este gesto un pequeño homenaje a nuestros difuntos para sentirlos más cercanos. Cada vez más las tendencias minimalistas tienden a eliminar estos elementos de nuestra decoración, tomando protagonismo las piezas únicas, o bien traídas de algún lugar remoto, o piezas naturales, ecológicas, reproducciones u obras de arte.
Las evidencias de civilizaciones antiguas nos dejan ver claramente que en los pueblos antiguos, sobre todo en Egipto y en la antigua Roma, enterraban a sus difuntos en tinajas, ánforas u otro tipo de vasijas, bien lo hacían directamente o después de su incineración. Esta práctica no sólo estaba destinada a la gente rica, sino que era una costumbre popular y cada cultura practicaba su propio ritual. La intención de introducirlos en estas urnas era que emulaban la vagina de una madre, con la fe puesta en un nuevo renacer después de su muerte. En otras tumbas se han encontrado amuletos y brazaletes o joyas e incluso ropa para el comienzo de su nueva vida, etc., pero absolutamente todos lo hacían buscando la resurrección.
Nuevas tendencias de decoración minimalista
Actualmente, bien por la distancia o por la inercia del trabajo y de la vida que llevamos, el recuerdo de nuestros seres queridos ha ido dando un paso atrás, quedando casi reducido al día de los difuntos donde todo el que puede se acerca a limpiar y adornar con flores sus nichos. Es por esto que cada vez optamos más por la incineración, en la que generalmente expandimos las cenizas de nuestros difuntos en algún lugar deseado o un lugar tranquilo y armonioso, pero nosotros nos preguntamos: ¿por qué tenemos que deshacernos de ellos para siempre?
“Los romanos creían que el fuego y las almas eran de similar naturaleza, razón por la cual pensaban que la cremación permitía que éstas llegaran más rápido al otro mundo, hacia su inmortalidad”. Del mismo modo, pensaban que las ánforas donde introducían los restos de sus difuntos emulaban el vientre de una madre y depositaban las cenizas en ellas buscando un nuevo renacer.
Ánforas de Mar lanza su colección de ánforas cultivadas bajo el mar y las pone a su disposición para conservar en sus hogares los restos de nuestros seres queridos y sentirlos con más cercanía. Así al contemplar nuestra ánfora podremos dedicarles una sonrisa, a modo de complicidad, o incluso algunos de nuestros pensamientos y, por qué no, hacerles partícipes de algún pequeño secreto. De esta manera siempre tendrá la opción de elegir si ha llegado el momento de esparcir sus cenizas, pero siempre quedará el recuerdo de su presencia en esa ánfora de mar.